Desde la perspectiva de la medicina holística, la carta natal es un mapa energético que refleja la estructura de nuestra psique. El Sol, la Luna, el Ascendente y el Medio Cielo son puntos clave en este mapa, representando aspectos fundamentales de nuestra personalidad y cómo nos relacionamos con el mundo.
Signo Solar: El Sol representa nuestra esencia, nos otorga características, nuestro propósito vital y la forma en que brillamos en el mundo. De acuerdo al Signo y Casa donde se encuentre es donde resaltamos.
Signo Lunar: La Luna simboliza nuestro mundo emocional, nuestras necesidades básicas y cómo nos nutrimos a nosotros mismos y a los demás, nos indica la dinámica del amor, cómo nos gusta amar y ser amados.
Ascendente: Grado 0 de la carta natal. El Ascendente representa la máscara que mostramos al mundo, la forma como nos expresamos, nuestra primera impresión y cómo nos adaptamos a nuevas situaciones, es nuestro ego, nuestro cuerpo físico, los rasgos físicos y nuestra personalidad, representa la forma en que la persona le gusta mostrarse al mundo, es lo que debemos incorporar para cumplir nuestra misión.
Medio Cielo: Cúspide de la casa 10. El Medio Cielo simboliza nuestras ambiciones, nuestra vocación y cómo nos vemos a nosotros mismos en el mundo profesional, representa el estudio, nuestra misión y legado.
En conjunto, estos cuatro puntos astrológicos nos brindan una visión profunda de nuestra estructura psíquica:
- El Sol y la Luna representan nuestra dualidad interna, la luz y la sombra, lo masculino y lo femenino, la razón y la emoción.
- El Ascendente y el Medio Cielo representa nuestra interacción con el mundo externo, cómo nos mostramos y cómo nos proyectamos en la sociedad.
Desde una perspectiva holística, el equilibrio entre estos cuatro puntos es fundamental para una salud mental y emocional óptima.
La astrología nos ofrece una herramienta valiosa para comprender nuestra estructura psíquica y trabajar en nuestro crecimiento personal. Al identificar las fortalezas y desafíos de nuestro Sol, Luna, Ascendente y Medio Cielo, podemos tomar decisiones más conscientes, sanar heridas emocionales y vivir una vida más auténtica y alineada con nuestro verdadero ser.